Estaba estudiando el octavo grado de bachillerato en Colombia, era nuevo en el colegio ITEY y allí estando en el colegio conocí a un chico que le hablaba a una multitud sobre Jesús, recuerdo que él nos contaba como era su vida antes de conocer de Jesús, nos contaba que era un mujeriego (él muchacho tenía buena apariencia física), pero también era casi un borracho y que un día conoció de Jesús pero seguía viviendo una vida secular normal, pero un día llegó a su casa, vio a sus hermanos menores y se preguntó asimismo ¿es este el ejemplo que le quiero dar a mis hermanos? y esto lo llevo a cambiar su vida para siempre.
Galatas 5:19
19 Cuando ustedes siguen los deseos de la naturaleza pecaminosa, los resultados son más que claros: inmoralidad sexual, impureza, pasiones sensuales, 20 idolatría, hechicería, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de furia, ambición egoísta, discordias, divisiones, 21 envidia, borracheras, fiestas desenfrenadas y otros pecados parecidos. Permítanme repetirles lo que les dije antes: cualquiera que lleve esa clase de vida no heredará el reino de Dios.E
En el libro de Galatas, el apóstol Pablo decía que estamos en una lucha constante entre las obras de la carne y las obras del espíritu, a mi amigo le encantaba su estilo de vida, un estilo que cualquier otra persona envidiaría, en un principio esas obras de la carne gobernaban su vida.
Ahora yo no puedo decir que estaba muy lejos de lo que vivío mi amigo, por que también tenía una vida oculta, si bien mi amigo era un poco más extrovertido yo era lo contrario a él y tal vez por eso las obras de la carne que predominaban en mí eran diferentes, hay que decir que no todas las personas tienen las mismas obras de la carne, algunos luchan con unas otros con otras, pero sin importar cual o cuales sean,
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